Esto es lo que sucede al tomar agua justo al salir de la cama


Cuantas veces habéis oído últimamente aquello de “hay que beberse un vaso de agua tibia nada más levantarse de la cama” parece ser la última corriente en el mundo de la salud. Este artículo resume brevemente lo que los científicos han descubierto tras estudiar esta corriente, parece ser que es absolutamente cierto que esto reporta unos beneficios increíbles para mejorar la salud.
Beberse un vaso de agua nada más salir de la cama se ha vinculado a la prevención y/o cura de ciertas enfermedades tales como dolores de cabeza, dolores articulares, artritis, afecciones cardiacas, epilepsia, obesidad, tuberculosis, meningitis, afecciones del riñón, vómitos, gastritis, diabetes, estreñimiento, afecciones del útero y afecciones del oído y garganta.
El método es el siguiente:
Nada más despertarse, antes de hacer cualquier otra cosa se deben beber 4 vasos de 180ml. Si los primeros días os resulta difícil beber tal cantidad de agua, empezad con lo que podáis hasta que lleguéis a la dosis adecuada.
Después de beber el agua se puede proceder con la rutina de higiene habitual, cepillado dental etc… Y se debe esperar 45 minutos antes de ingerir ningún tipo de alimento ya sea líquido o sólido. Pasados los 45 minutos se procede a desayunar, una vez ingerido el desayuno no se debe consumir nada más en las 2 horas siguientes.
Utilizando el método arriba explicado, las investigaciones indican completar una duración específica a cada problema concreto.

Hipertensión- 30 días
Problemas gástricos- 10 días
Diabetes- 30 días
Estreñimiento- 10 días
Cáncer- 180 días

El uso de este tratamiento no tiene efectos secundarios más que el incremento en la frecuencia de orinar al principio del método. Beber agua, comer sano y hacer ejercicio son las maneras de mejorar nuestra calidad de vida.
Tanto las culturas China como Japonesa beben té caliente con sus comidas en vez de agua fría. El agua fría ralentiza el proceso de digestión y solidifica las comidas oleosas que se acaban de ingerir. Una vez estos depósitos se han solidificado se crea una reacción con los ácidos estomacales que a su vez son absorbidos por el intestino dañando sus paredes. La acumulación de estos depósitos oleosos puede degenerar en enfermedades crónicas graves, e incluso cáncer. Quizá las culturas Occidentales deberíamos adoptar este tipo de práctica ya que no hay nada que perder, pero si mucho que ganar.

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